Este yaguareté no puede ser restituido a la vida salvaje ya que fue atropellado por un vehículo y su cadera no puede rehabilitarse
Habiendo tomado conciencia de lo importante que es mantener a los animales en su hábitat, sin interferir o haciéndolo lo menos posible, por más ternura que estos despierten en nosotros, ellos pertenecen al mundo salvaje, donde la naturaleza se encarga de regularlos, nos vamos despidiendo.
En la mirada de los animales se podía ver la tristeza por estar enjaulados!!
De regreso a San Ignacio, recorrido por el casco céntrico, pasamos por las Ruinas Jesuíticas, pero no nos resultó interesante ingresar, preferimos visitar un "asentamiento" guaraní, los Yatay Miní, pensando adquirir algunas de sus artesanías y pretendiendo ver su modo de vida, al llegar encontramos solo mujeres y niños, los hombre estaban trabajando fuera, apenas diez familias en el lugar y ninguna artesanía por ver, ellos se dedican a la producción de plantas: las bellas orquídeas, que no adquirimos porque no viven en nuestra ciudad al cambiar de ámbito, humedad, falta de tierra colorada, etc., al igual que los animales, ellas también son seres vivos que requieren de hábitat natural para su desarrollo; nos recibieron muy amablemente pero eran muy notorias sus caras de sorpresa!!!
De este momento no tenemos fotos, me pareció una falta de respeto fotografiarlos como lo hacemos con las atracciones turísticas!!!
Otro día que se va cerrando, aprendimos sobre hábitats naturales y la importancia de la no intervención!
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