Qué hacemos con los chicos en casa: Reflexión

Siempre veo que los padres intentamos formar a nuestros hijos con aquellas cosas que creemos necesitarán para vivir y desarrollarse en la vida cuando sean adultos… el punto es….
Cómo podemos saber qué necesitaran nuestros hijos cuando pasen 10 o 20 años? , si no sabemos qué nos pasará a nosotros mañana!
Esto me hace sentir bastante incómoda, somos padres, no somos los dueños de la verdad, entonces retrocedo varios casilleros y me replanteo toooodooo!!!!
Y cuando entro en estos períodos de mirar para adentro surgen cambios importantes porque primero me pregunto qué necesitamos para vivir? Y la respuesta es muy simple porque solo necesitamos sol, agua, alimentos (no comida!), ropa, un lugar donde refugiarnos en días de frío y lluvia (podemos llamarlo casa) y como somos seres que necesitamos del contacto con otros, también necesitamos relaciones de afecto, no quiero decir amor porque se piensa solo en el amor idílico y más allá que ese amor no existe o al menos no de tiempo completo, se ha desvirtuado para mi gusto demasiado lo que es el amor de lo que entendemos hoy por amor; pero este es un tema que merece una reflexión aparte!!!
Acá veo que no nos diferenciamos de los animales!
Nosotros y esta parte nuestra de sentirnos superiores!

Con estas respuestas a mi pregunta existencial, observo que nuestras necesidades son básicas y mientras sigamos siendo hombres creo seguiremos teniendo las mismas necesidades… ahora bien, cómo satisfacemos esas necesidades?
De manera simple…trabajando….
Entonces creo que lo mejor que puedo hacer es enseñarle a mis hijos a trabajar y obtener lo que necesitan….. entonces frente a una necesidad tenemos que pensar cuál es el trabajo a realizar que la va a satisfacer y ahora que identificamos; hacemos!! (trabajamos) ; y si nos equivocamos? y no logramos satisfacer la necesidad?, ...volvemos a pensar otra opción y hacemos!!!

No hay error sin acción, y no hay posibilidad de aprender sin error.

Qué bueno es equivocarme!!!!!

Llegado a este punto del análisis descubro que lo mejor que puedo hacer por mis hijos es enseñarles a errar, dejarlos errar con felicidad y sin miedo; cuando me equivoco abro un abanico de posibilidades y ahí es donde también tengo que estar para ayudarlos a descubrir las posibilidades y volver a intentar con entusiasmo y sin miedo a fracasar otra vez, porque nos puede pasar!!!

Y por último me sitúo en el aquí y ahora y me pregunto….. están bien?, se los ve felices o contentos? ( digamos que la respuesta a esto es mi termómetro, si se acerca al No, sería como acercarme al 38) y la respuesta la busco en sus ojos y en sus sonrisas, si puedo ver brillo en los ojos y las sonrisas van de oreja a oreja la gran parte del día; me relajo, respiro profundo y digo…. Vamos bien!!!

Por ahora, el termómetro no marca 38, seguiremos por este camino que no solo nos brinda felicidad sino que también permite que vayamos redescubriendo a nuestros hijos porque se muestran como son, sin miedo a ser juzgados y esto hace que como familia nuestros vínculos se fortalezcan y estoy segura que para el desarrollo de un niño sentirse seguro dentro del seno familiar es lo mejor que le puede pasar, todo lo demás no importa, cuando ellos están fuertes solos empiezan a interactuar con los códigos de la sociedad y saben perfectamente cómo manejarlos.