jueves, 7 de julio de 2016

La punta del ovillo


 Cuando de hijos se trata, por dónde comenzamos?
 Todos los que nos hemos lanzado a la aventura de ser padres somos conscientes de la inmensidad de dudas que vienen junto con ellos y también sabemos que no traen manual de instrucciones, por lo que la punta del ovillo, ese disparador que enciende nuestra luz de alarma, puede ser cualquier cosa.
 Como siempre escribo sobre mi experiencia personal, mi punta del ovillo fue la crianza, siempre intente ponerme en el lugar del bebe, cuestionarme cuáles son sus necesidades y no las mías, comprender que un bebe lo es por un tiempo y que se merece toda mi dedicación y atención, fue lo que más me ayudó.
 Cuán importante es diferenciar una necesidad de un capricho, una costumbre, una moda o simple cultura o estatus, todos impuestos por adultos.
 Por ejemplo un bebe necesita que le perforen sus orejas para llevar aros, o ser circuncidado o bautizado? No, las necesidades son nuestras y así vamos sometiendo a nuestros hijos a diferentes presiones sin siquiera preguntarles si están de acuerdo.
 Así es como nuestros hijos van siendo depósito de nuestras inseguridades, miedos y hábitos que jamás nos hemos cuestionado.
 Dejarlos explorar sin inculcar temores, es la necesidad y no impulsarlos a hacer algo que ellos aún no están preparados para hacer.
 Ahora bien, basta con solo cuestionarnos? No, debemos actuar en consecuencia, si lo que ponemos en consideración es un hábito y la conclusión a la que abordamos nos lleva a que no es necesario para nuestro hijo, simplemente hay que dejar de lado ese hábito y ver si es necesario cambiarlo por otro que se ajuste a este momento o simplemente no usarlo nunca más; si este hábito-costumbre es personal, seguramente tardaremos unos días en acomodarnos a los cambios pero lo lograremos sin problemas, en cambio si están involucradas otras personas, digamos familia, amigos o círculo social, allí es donde la cosa se nos puede complicar porque deberemos enfrentarnos a cuestionamiento ya que generalmente cuesta mucho que los demás comprendan nuestras explicaciones.
 Pongamos ejemplos para ser más gráficos:  colecho y lactancia prolongada, alimentación saludable, piez descalzos, unschooling, no vacunación y muchos más; todos temas muy polémicos y con un abanico de miradas y opiniones.
 Pero nosotros estamos centrados en las necesidades de nuestros hijos, las conocemos muy bien, solo que muchas veces las disfrazamos para no tener que enfrentarnos a los que no las comprenden, aquí está nuestro valor como padres, estamos dispuestos a defender contra viento y marea los requerimientos de nuestros niños, de cualquier edad? Estamos dispuestos a transformar nuestra sociedad en una mejor para nuestros hijos? Estamos dispuestos a despojarnos de los miedos? Estamos dispuestos a dejar de lado, en muchos casos, nuestras propias necesidades en beneficio de las de nuestros hijos? Estamos dispuestos a estar para ellos incondicionalmente?, que nada tiene que ver con estar "por" ellos! Si hay un vestigio de un SI en todas estas respuestas, tenemos el primer paso dado, ahora solo resta poner la mirada en los objetivos y no permitir que nada ni nadie nos corra.
  Encontrar nuestra punta del ovillo traerá sin dudas una madeja de oportunidades, algunos ingresamos por un lado, otros por otro, pero en definitiva todos nos encontramos en el centro, "construir una vida feliz para nuestros hijos"
 Celebro esta etapa de la evolución donde los adultos nos estamos animando a tirar del hilo, algunos lento otros más a prisa pero vamos construyendo un mundo mejor, acompañarnos, estar en contacto, hacen el camino más suave, enredarse con los que ya iniciaron el camino puede ayudar al menos a sentirnos acompañados!!!