jueves, 28 de abril de 2016

Preguntas que duelen



  Esta semana estuve reflexionando acerca de dos preguntas que me hicieron:

  ¿Cómo trabajan tus hijos la frustración?
  Me quedé en silencio buscando en mi mente un momento donde se hubieran sentido frustrados, y no encontré, rápidamente me di cuenta cuál era la situación y respondí con total normalidad.... No trabajamos para el éxito!
 Es por esto que no existe la "frustración", lo que si existe es el error, la equivocación, pero no lo vivimos como una situación para enojarnos y ponernos violentos, simplemente es un momento que nos permite aprender, rever dónde nos equivocamos y por qué no llegamos al resultado esperado y una vez analizado y encontrado el error lo corregimos y quizás surjan variadas opciones para llegar al objetivo (el éxito)
  También observé que ese error o equivocación no se transforma en frustración porque no hay quien juzgue, o sea, al no haber quien califique de bueno o malo eso que hacemos, más que nosotros mismos, la frustración se transforma en autoperfeccionamiento, autodesarrollo, en deseo de superarnos y hacer las cosas cada vez mejor.
   
  Y ¿cómo se acostumbran tus hijos a recibir órdenes?
 Acá respondí con otra pregunta, si a los adultos no nos gusta recibir órdenes ¿por qué acostumbrar a los niños a ello? 
  Desde que mis hijos eran muy pequeños di explicaciones, jamás dije, esto se hace así porque lo digo yo!, siempre consideré a los niños totalmente capaces de entender a los adultos, cuando les pido que hagan algo explico por qué lo pido, por ejemplo: Necesito.....  me harías el favor de...... ?, Podrías colaborar con...?, Qué se te ocurra que podrías hacer para ayudar con....? o simplemente, Necesito ayuda! Quién puede ayudarme?
Como mamá siempre intento mantener la coherencia, entonces si no me gusta que me den órdenes no puedo yo dar órdenes, si me gusta que me pidan las cosas de buen modo tengo que hacer lo mismo y me esmero mucho más cuando de niños se trata.

  Ahora lo que me dejó realmente movilizada es lo naturalizado que tenemos el abuso a la infancia, cómo puede ser que nadie se cuestione por qué tratamos a los niños del modo que lo hacemos como sociedad, si bien hay particularidades eso no es suficiente, la falta de respeto hacia el niño, los sometemos a presión para que se adapten al sistema que los presionará de adultos y suponemos que así no lo sufrirán porque estarán adaptados, pero no nos damos cuenta que nosotros estamos enfermos por estar adaptados al sistema, cómo puede ser que creemos que como padres lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es oprimirlos y hasta medicarlos para que encajen!!!
 Será que no soportamos ver a través de nuestros hijos?
Preferimos recortarlos antes que hacernos cargo que la realidad que vivimos es una decisión nuestra, aunque no lo parezca, es el resultado de decisiones tomadas.
Será que no queremos hacernos cargo de nuestra adultez y seguimos siendo infantiles disfrazando nuestro entorno en vez de tomar el sartén por el mango?
  Es cierto que el miedo nos paraliza, pero si otros pueden todos podemos, hagamos pequeños cambios, seamos sinceros, con nosotros y con nuestros hijos, busquemos espacios o creemos espacios que nos permitan un respiro de aire fresco, de nuevas ideas, salgamos a disfrutar de la vida con nuestros hijos, es lo que le vamos a dejar!!
   Aprendamos junto a ellos a vivir una vida feliz!!!
  

domingo, 24 de abril de 2016

domingo, 3 de abril de 2016

Articulaciones



  Me disponía a preparar el almuerzo y Ian me pide ayudar en la cocina, como es un espacio que maneja muy bien acepté encantada, ya que la cocina no es mi fuerte y recibir ayuda hace que la tarea se haga más amena.
  Ian propone cocinar algo que tenga pollo, porque en realidad lo que quería no era cocinar sino aprender a trozarlo igual que lo hizo Paz el año anterior.
  Como estamos acostumbrados a no dejar pasar los momentos de entusiasmo, pusimos manos a la obra.
 
Ian sabe manejar muy bien el cuchillo y conoce las reglas de uso de los elementos de cocina,
 ya que Luz se encarga de enseñarlas


Recordé que tenía una vieja radiografía de rodilla y trabajamos mirándola
mientras buscábamos su par en la pata del pollo (fémur, tíbia y peroné, rótula, cartílago que protege a la articulación, tendones que permiten el movimiento y músculos)

Una vez que abría la piel con cuidado buscaba la unión de la articulación


Sin esfuerzo, ni corte brusco separamos la pata del muslo 


Una vez que terminó con lo que a él le interesó, se lavó las manos y me dejó con el trabajo pesado.... 
hacer el almuerzo!!!!