martes, 14 de julio de 2015

Cuando hay abuso!


Primero definamos que es abuso, el diccionario dice trato deshonesto y hay varios tipos, de autoridad, de confianza, de posición dominante, sexual, religioso y otros más.
Seguramente al leer el título del artículo pensaste en abuso sexual, que es lo que hacemos la mayoría, pero como podemos ver hay muchos, y hoy voy a escribir del abuso que ejercemos los padres sobre nuestros hijos en pequeños actos sin darnos cuenta y el daño que le ocasionamos.
No creo en los padres que hagan cosas malas ha sus hijos con intención, creo que todos hacemos lo mejor que podemos y creemos que lo que hacemos es lo mejor, pero cuando se trata de otro (un hijo) debemos detenernos y reflexionar.
Siempre escribo cuando hay alguna situación que me mobiliza a reflexionar y me parece que compartirlo es el mejor modo de vivir en esta vida.
Hace unos días observe una situación, una nena de dos años jugaba con un juego de piezas plásticas para encastrar, como era la primera vez que ella manipulaba ese juego estaba muy fascinada observándolo, su primer reacción fue armar pilas con las pieza por colores, estaba aún en eso cuando su mamá le dijo muy dulcemente, esto se hace así y tomando dos piezas las encastró, la nena comenzó a encastrar mirando a las personas de su rededor que la aplaudían y le decían sonrientes, muy bien!
Esta fue una situación muy clara que me permitió ver cómo los padres ejercemos abuso sobre nuestros hijos a diario en pequeños actos cotidianos, y pude observar también que lo hacemos por ansiedad, no somos capaces de permitirle a nuestros hijos ser dueños de su tiempo, creyendo que acortándole el camino los estamos ayudando, cuando en verdad lo que hacemos es robarle la posibilidad de sentirse  poderoso al resolver el conflicto por si solo o permitirle que descubra sus límites cuando no puede o enseñarle que cuando no podemos solos está muy bien pedir ayuda.
Con un acto tan simple y mínimo, porque a esa mama le demandó un segundo de su vida mostrarle el camino, a esa niña le quitaron recorrido, aprendizaje, experiencia que se guarda en lo profundo del cerebro y que se utiliza automáticamente para resolver conflictos en el futuro, porque una vez que nuestro cerebro realiza conexiones las almacena y ya sabe que esta situación se resuelve con esta conexión! Y la aplica! Sin dar vueltas y si no funciona seguirá buscando conexiones hasta hallar la que funcione, y si no la encuentra? Sabe pedir ayuda y también sabe quién es el más capacitado para ayudar, obviamente cuando son niños pequeños los más capacitados son mamá y papá, abuelos, tíos, pero al ir creciendo va dejando la dependencia de su entorno y se va expandiendo sin miedos, porque mamá y papá a lo largo de su vida no se transformaron en los dueños de la verdad mostrándole el camino, sino que le permitieron enfrentar desafíos, resolverlos, saberse poderoso (yo puedo), disfrutar del éxito y todo eso hace a un niño seguro de sí por lo tanto hace a un adulto seguro de sí.
Cuando tenemos hijos no nos avisan que ese ser tan frágil se transformará en un espejo gigante que reflejará permanentemente todo lo que hagamos, que proyectará lo mejor y lo peor de nosotros, podemos tomar la paternidad/maternidad como el mayor desafío de la vida y PODEMOS CAMBIAR! Si algo no nos gusta y crecer y aprender juntos, convertirnos en mejores personas y dejarles este camino como herencia, o podemos tapar el espejo con un dedo y perdernos todo  y hacer que nuestros hijos lo pierdan también.